La larga espera llegó a su fin y ya está entre nosotros la
segunda parte de esta trilogía.
Viajamos al pasado, por allá, a finales del 2017, cuando
Netflix nos presentó por primera vez una serie alemana de ciencia ficción en el
cual en un pequeño pueblo ocurren misteriosas desapariciones de chicos sin
dejar ningún rastro ni pistas.
Luego del revelador y abierto final de la primera temporada,
la serie recolectó fanáticos alrededor del mundo, con una trama repleta de
personajes, viajes en el tiempo y líneas temporales, donde lo más importante
para entenderla es no centrarnos en el cómo sino en el cuándo. Y sobre todo, mantener
nuestras MENTES ABIERTAS a cualquier posibilidad.
En esta segunda temporada la historia continua con lo que
nos dejó hace dos años, con un Jonas desaparecido y atrapado en un destructivo
futuro apocalíptico. Por el otro lado, Ulrich está perdido en el pasado al igual que su hijo Mikkel, mientras que el resto de la familia Nielsen intentan atar cabos y encontrar una explicación al hecho.
La temporada comienza viendo de cerca el apocalipsis y un Jonas que hará lo imposible para
tratar de detenerlo. Si hay algo importante para entender esta historia es que
nada es lo que parece, todo está relacionado y es una pieza dentro de un enorme
tablero.
También hay un primer acercamiento al que está detrás y
mueve los hilos que generan los desordenes temporales y el caos.
Durante estos ocho capítulos tendremos varias revelaciones y
algunas dudas se resolverán. La serie cuenta con cinco líneas temporales distintas
y a su vez cada una cuenta con varios personajes de épocas diferentes. Y esto
es lo más importante a destacar de la serie, que a pesar de su complejidad,
sigue manteniendo una coherencia que no se pierde en ningún momento.
Meterse con los viajes en el tiempo es una jugada arriesgada
para hacerla el centro de la historia,sin embargo, el show sabe llevarlo
de una manera magistral. En parte se debe a que los responsables de la
historia ya tienen el final de la historia que cerrará el ciclo con su tercer y
última temporada.
Al mismo tiempo incorpora cuestiones filosóficas y
existenciales muy interesantes.
Los planos y las actuaciones se destacan al igual que la
banda sonora que acompaña a la perfección para aumentar el misterio o la
tensión.
Dark es una serie con una trama compleja que logra
sostenerse con el correr de los capítulos, pero que al mismo tiempo nos deja
con muchas preguntas. Y a no ser que tengamos una máquina para viajar al
futuro, tendremos que esperar hasta el 2020 para resolver todos los misterios.