Hugh Jackman colgó las garras pero está de vuelta en la pantalla grande y esta vez vuelve a cantar y bailar en este nuevo drama biográfico. Por eso les cuento en esta pequeña crítica que esperar de esta nueva película.
En los últimos años las comedias musicales dejaron de ser redituables para Hollywood, al público parecía interesarle más las películas de superhéroes y los grandes tanques, pero todo eso cambió el año pasado con la llegada de La La Land (2016), la película dirigida por el joven Damian Chazelle y protagonizada por una dupla con mucha química: Emma Stone y Ryan Gosling, que supieron conquistar el corazón de la gente.
En este contexto es cuando nuestro querido ex Wolverine (parece mentira decirlo) se dio cuenta que era el momento para proponer este musical que llevaba craneando hace siete años. Sabemos que a Hugh se le da bien lo del canto y el baile después de haberlo visto en Los miserables.
Esta nueva historia cuenta la vida de P.T. Barnum, un hombre que vivía en la pobreza intentando buscar la forma de mantener a su familia hasta que decide crear un espectáculo de circo lleno de rarezas y curiosidades, convirtiéndose en una de las personas más influyentes de los espectáculos modernos.
La película es un espectáculo lleno de música, colores y una banda sonora hermosa. Un dato no menor es que la música estuvo a cargo de Justin Paul y Benj Pasek, compositores responsables de La La Land.
Además acompañan al protagonista Zac Efron, Zendaya, Michelle Williams y Rebecca Ferguson. La idea de que los sueños se pueden cumplir y que lo que te hace diferente, te hace especial hacen que esta película sea encantadora y emocionante en todas sus formas.
Quizás como algo negativo es que la película se centra demasiado en Hugh y no explora mucho al resto de los personajes que lo acompañan. Me hubiera gustado que también jugara con una vuelta de tuerca en la historia , en algunos casos termina siendo un poco predecible, pero asi y todo la historia cumple con lo que vende: música, baile, mucho brillo y colores.
Quizás como algo negativo es que la película se centra demasiado en Hugh y no explora mucho al resto de los personajes que lo acompañan. Me hubiera gustado que también jugara con una vuelta de tuerca en la historia , en algunos casos termina siendo un poco predecible, pero asi y todo la historia cumple con lo que vende: música, baile, mucho brillo y colores.
Quien les escribe no era hace unos cuantos años atrás muy fan de estos films en las cuales los personajes cantan para decir las cosas, pero esta historia me supo conquistar. Y por eso los invito a que se animen a mirarla, porque después de todo quién no se puede enamorar al ver a Hugh cantando y bailando.
